Combatiente de primera
Dolores Vargas de Urdaneta fue una primera combatiente extraordinaria

Fluye pronta la admiración ante el ejemplo de amor, de constancia y
valentía que es Dolores Vargas, la esposa, la compañera de vida y de
batallas del general Rafael Urdaneta. Conmovedor fue escucharlo narrado
en la voz de uno de sus bisnietos, Alberto Urdaneta, quien a sus 92 años
nos ofreció en Maracaibo, con una lucidez impecable, el testimonio de
herencia de valores morales que les fue legado.
Dolores Vargas le
dio once hijos a la patria, con los cuales seguía a su esposo a cada
lugar y circunstancia que le depararan destino y compromiso con la
libertad de Venezuela, el proyecto de la Gran Colombia y la lealtad a
Bolívar. Más entre pobreza que en abundancia, y aún más entre
dificultades que en tranquilidad, entre ambos formaron una familia rica
en conocimientos y estudio, en ideales, en honestidad, en afán de
trabajo por el país, ofrendando inclusive la vida misma, como ocurrió
con el primogénito.
Sin lugar a dudas, Dolores Vargas de Urdaneta
fue una primera combatiente extraordinaria, y personifica a las
compañeras de lucha, más bien de una doble lucha: en lo político, sin
descuidar el ámbito familiar. Nada puede suplir la intuición, la
conexión espontánea entre el corazón y la mente propia de la mujer, y
que la hace capaz de impregnar de humanismo y amor la gestión de
gobierno, sea en la sociedad o en el hogar.
Junto a mi esposa
Margarita, en Maracaibo, recibimos a las compañeras de gobernadores y
alcaldes bolivarianos participantes del encuentro de primeras
combatientes, en el cual intercambiamos información, apoyo y
experiencias. Llegue nuestro reconocimiento a las primeras combatientes
de los hogares, especialmente en este escenario de guerra económica,
cuando día a día mantienen su fe en el futuro y el afán del presente,
entendiendo que es un momento para vencer las fuerzas retrógradas.
La
humanidad debe llegar a la plena conciencia de que solo mediante el
equilibrio entre lo femenino y lo masculino lograremos el progreso con
justicia, el bienestar colectivo y en armonía con la madre tierra.
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